12 de enero de 2008

PAPIRO DE EDWIN SMITH




Papiro de Edwin Smith

Es un tratado de cirugía, elaborado en el Antiguo Egipto hace casi 5000 años, se remonta a los tiempos del primer período del Antiguo Imperio. Su contenido fue recopilado por un autor desconocido, que se presume fue un cirujano quien lo copió, siglos después de haberse escrito, cuando muchos de los términos originales en él utilizados se habían hecho incomprensibles y obsoletos; constituye hoy día, una de las joyas bibliográficas de más valor en la historia de la medicina y cirugía. En el se describen prácticas clínicas desarrolladas en la época y contiene observaciones importantes sobre Anatomía, Fisiología y Patología.
El Papiro Médico de Edwin Smith, debe su nombre al egiptólogo norteamericano, quien adquirió el rollo en 1862 en la ciudad egipcia de Luxor (Tebas), después de su muerte, sus herederos presentaron el papiro a la Sociedad de Historia de New York, y autorizaron que se estudiara su contenido. La traducción completa, acompañada de reproducciones en facsímil, glosarios y comentarios, apareció en 1930 y proporcionó un concepto totalmente nuevo acerca de la antigua cirugía egipcia.


Papiro de Edwin Smith
[1]


Instrucciones relativas a la fractura de la nariz.
Reconocimiento:
Si viene a ti un hombre con fractura de la nariz, y ésta se halla desfigurada con una depresión, a la vez que sobresale la hinchazón y el paciente ha sangrado por ambas fosas nasales...
Diagnóstico: Dirás respecto a él: “Tiene rotos los huesos de la nariz. Dolencia que voy a tratar”.
Tratamiento: Le limpiarás la nariz con dos compresas de hilo. Colocarás otras dos compresas de hilo, impregnadas de grasa, en el interior de las fosas. Le mantendrás inmóvil en el potro hasta que la hinchazón se reduzca. Le colocarás vendas de hilo que sujeten fuertemente su nariz. Después le aplicarás hilas cada día hasta que se cure.

Instrucciones concernientes a la dislocación de la mandíbula.
Reconocimiento: Si examinas a un hombre con la mandíbula dislocada, y ves que tiene la boca abierta, sin poder cerrarla, pon tus pulgares en los dos extremos de la mandíbula por el interior de la boca y con dos garras (esto es, dos grupos de dedos) bajo su barbilla, los empujarás hasta que encaje en su sitio...
Diagnóstico: Dirás respecto a él: “Uno que tiene dislocación de mandíbula. Dolencia que trataré”.
Tratamiento: Le vendarás con ymrw y miel cada día hasta que se reponga.

Una herida abierta en la cabeza que penetra hasta el hueso y fractura el cráneo.
Reconocimiento:
Si reconoces un hombre con una herida abierta que llega hasta el hueso y le fractura el cráneo, palparás la herida. Si encuentras algo anormal bajo tus dedos, y él se estremece con fuerza, en tanto que aumenta la hinchazón que está sobre ella, y derrama sangre por las fosas nasales y los dos oídos, y tiene tal rigidez en el cuello que no puede mirar sus hombros ni su pecho...
Diagnóstico: Dirás acerca a él: “Tiene una herida abierta en la cabeza que penetra hasta el hueso y le fractura el cráneo; a la vez que sangra por la nariz y oídos, tiene rigidez en el cuello. Dolencia que combatiré”.


[1] TEXTOS CLÁSICOS DE MEDICINA TOMO 1. CORTÉS, PÉREZ Y ROSALES. FACULTAD DE MEDICINA BUAP. PUEBLA, PUE. MÉXICO 2007



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